Es posible que hayas conocido a personas que tienen este tipo de mentalidad:
“Si no estás de acuerdo conmigo, estás en mi contra.” “Si no alcanzas el éxito, eres un fracaso.” “Si no formas parte de la solución, eres parte del problema.” “Si no eres perfecto, eres un fracaso total.” “Si no tienes la razón, estás completamente equivocado.” “Si no eres inteligente, eres estúpido.” “Si no tienes dinero, eres un fracasado.” “Si no tienes un cuerpo delgado, eres gordo.” “Si no eres de raza blanca, eres inferior.” “Si no tienes creencias religiosas, eres inmoral.” “Si no eres extrovertido, eres aburrido.” “Si no eres hombre, eres débil.” “Si no eres joven, eres obsoleto.” “Si no apoyas la guerra, eres antipatriota.” “Si no eres heterosexual, eres anormal.” Y no podemos olvidar estas tres: “Si no asistes regularmente, no eres masón.” “Si hay mujeres, no es masonería.” “Si es mixto, no es masonería.”
El pensamiento dicotómico es una forma de pensar que categoriza todo de manera absoluta y extrema. Desafortunadamente, algunos hermanos han interpretado de manera literal la simbología del pavimento de ajedrez, lo cual no debería ser así. Este tipo de pensamiento tiende a simplificar la realidad y no considera las sutilezas, excepciones o matices que existen en la vida. Cuando encuentres a un Masón que sea un verdadero representante de las enseñanzas, nunca promoverá este tipo de pensamiento. La masonería se caracteriza por ser inclusiva, fraternal, liberal e igualitaria. Si alguien que se autodenomina masón tiene estos pensamientos o está en proceso de construir su pensamiento, no utilizará este tipo de respuestas simplistas, que pueden resultar ofensivas tanto para su inteligencia como para su comprensión de la realidad, la cual va más allá de creer que el sol es masculino y la luna femenina.
Algunos iniciados han invertido en adornos llamativos, han publicado fotos en Facebook con mandiles y han utilizado términos particulares como “vois” o “vos”, creyendo que esto los hace diferentes, especiales o únicos. Es importante reflexionar sobre nuestra forma de pensar, ser abiertos, flexibles y comprensivos, y tener en cuenta la complejidad y la diversidad del mundo que nos rodea. Ya no vivimos en 1900 y no podemos creer que todo se resuelve con respuestas simplistas de “sí” o “no”. Debemos considerar que las enseñanzas de la masonería proporcionan herramientas para el pensamiento y la toma de decisiones, pero también es importante reconocer que muchas de estas herramientas tienen 300 años de antigüedad y no son atemporales. Es necesario contextualizar muchas cosas que han quedado obsoletas, no solo en el pensamiento, sino también en la acción.
La masonería brinda una increíble oportunidad para profundizar en los procesos de pensamiento de la historia de la humanidad a través del simbolismo libre. Sin embargo, también puede convertirse en una prisión para aquellos que no se toman el tiempo de adaptarse a los cambios que exige la humanidad. Espero que seamos lo suficientemente prudentes como para ser masones de nuestro tiempo. Y si estás considerando iniciarte, asegúrate de que las personas que te interroguen no mantengan un pensamiento dicotómico, ya que esto podría obstaculizar tu proceso de crecimiento.
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