¡El Escudo Celestial y la Fortaleza Interior!
Reinterpretación Masónica : Salmo 3 Oración matutina de confianza en Dios
¡Hey hermanos masones! Hoy quiero compartir con ustedes un poderoso pasaje inspirado en los Salmos que nos invita a reflexionar sobre nuestra fuerza interior y la protección divina que nos rodea.
¿Cuántas veces nos hemos enfrentado a adversidades?* A veces parece que las dificultades se multiplican y que el mundo entero se levanta contra nosotros. Pero en momentos como esos, recordemos estas palabras llenas de sabiduría.
“Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza.” Es cierto, en nuestra Masonería encontramos un escudo celestial que nos protege y nos eleva. El Gran Arquitecto del Universo vela por nosotros y nos impulsa a mantener la frente en alto, sin importar las circunstancias.
¿Te has sentido abrumado alguna vez, sintiendo que no hay salvación? Incluso en esos momentos de incertidumbre, debemos recordar que el poder divino es inmenso. *”La salvación es de Jehová”*, y Su bendición siempre está con nosotros.
Es natural que enfrentemos desafíos, pero también debemos reconocer nuestra propia fortaleza interior. “Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba.” Es como si Dios nos diera el descanso y la fuerza que necesitamos para enfrentar cada día con valentía.
¿Y qué hay de los miedos que acechan en la oscuridad? “No temeré a diez millares de gente, que pusieren sitio contra mí.” No importa cuántos obstáculos se crucen en nuestro camino, confiemos en que el Gran Arquitecto nos guía y protege.
Hermanos, este pasaje nos recuerda que tenemos un aliado poderoso y un escudo inquebrantable. Nos invita a confiar en nuestra capacidad de enfrentar los desafíos y a encontrar fortaleza en lo más profundo de nuestro ser.
Así que, en esos momentos difíciles, cuando las voces del mundo murmuran en nuestra contra, recordemos estas enseñanzas filosóficas y encontremos la calma y la confianza en el poder divino y en nuestra propia esencia masónica.
“Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla; los dientes de los perversos quebrantaste. La salvación es de Jehová; sobre tu pueblo sea tu bendición.”
Que estas palabras nos inspiren a reflexionar, cuestionar y crecer en nuestro camino masónico. ¡Que la luz del Gran Arquitecto siempre ilumine nuestro sendero! ????????
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