El coronavirus SARS-Cov-2 es un virus que apareció en China. Después se extendió a todos los continentes del mundo provocando una pandemia. Actualmente Europa y América son los más afectados.
a Francmasonería acoge en su seno sólo a hombres libres, mayores de edad, respetables e independientes, solo dependientes de su conciencia y dedicados a poner en práctica un ideal de paz, amor y fraternidad, preocupados en su perfeccionamiento moral así como el de la Humanidad entera. No es una religión, una escuela filosófica, un club, una ONG, una organización metapolítica, una sociedad secreta, ni tampoco una sociedad con secretos. Podemos reconocer algunos rasgos y aplicaciones de estos aspectos en nuestra Fraternidad, pero ninguno de ellos es definitorio en su totalidad de lo que es la Francmasonería. En todo caso se articulan radialmente en torno a lo esencial de la Orden: su sustancia, la hermenéutica de su transmisión y finalidad iniciática.
La Francmasonería deviene en una Institución universal, ética, filosófica e iniciática, que persigue un ideal realizable fundado sobre la razón, la educación, y el trabajo constante y paciente.
Hermano Benjamín | https://coronavirus.gob.mx/informacion-accesible/ | Mayo | 2022
La Francmasonería es una fratría iniciática, y como tal, o es un organismo vivo o no es. La Francmasonería se define por su quehacer y cumplirá sus fines y principios no sólo ajustándose a sus coordenadas temporales, sino estando en la vanguardia ética, social y filosófica de cada época, lo que significa que ha de tener un papel de referencia crítica y, al mismo tiempo, de ancla que permita transmitir los valores humanistas y librepensadores que han servido, y creemos que deben continuar sirviendo, para progresar en el conocimiento, elevar la dignidad de las personas y mejorar las condiciones de la existencia humana.
Los indicios de los cambios de los que hoy somos testigos y actores (voluntarios o involuntarios) pudieron atisbarse ya en la década de los setenta del siglo pasado y fueron acelerándose en los noventa al hilo del imparable y globalizador desarrollo de las nuevas e impresionantes tecnologías, de las que internet es el exponente de mayor proyección pública.
Desde hace una generación se han ido acelerando los cambios que hoy ya son visibles en nuestras sociedades y que afectan directamente a nuestras vidas; y dentro de otra generación el mundo será difícilmente reconocible para quienes la mayor parte de su horizonte vital ha transcurrido en la segunda mitad del siglo XX, la época en la que la vieja y ahora decadente Europa logró las mayores cotas de libertad, bienestar y justicia social que se han conocido.
Nuestro tiempo no deja de ofrecer síntomas muy preocupantes de intolerancia, fanatismo y confusión. Se ha extendido y acrecentado la banalización de nuestra cotidianidad, incluyendo la violencia. Es tiempo de miedos, a los que no debemos ceder ni una micra.
Valentín Díaz | Cultura Masónica | Abril | 2011