Las Tenidas Virtuales ¡NO SIRVEN!

ADVERTENCIA: Este artículo al igual que todo el material que subo a mis redes es mi opinión.

Por supuesto que las tenidas virtuales no sirven, cualquiera lo sabe ¿Cómo estarías de pie todo el tiempo? ¿Como serías retejado por tu vigilante? ¿Cómo se podrían dar cuenta que tod@s están de pie y al orden? ¿Cómo recorrería el maestro de ceremonias el templo? ¿Cómo se recogería el saco de proposiciones? ¿Cómo se recorrería el saco de beneficencia? ¿Cómo se haría una cadena de unión? ¿Cómo se daría lecturas a las planchas y burilados? ¿Cómo se tocaría para entrar?… Sería imposible portar bandas, arreos y sentarse en oriente para demostrarles a otros los grados que ya ostentas, ¿Donde quedaría la autoridad de poder estar corrigiendo la marcha, la postura, el mandil, los trabajos? Sin olvidar el tiempo excesivo del uso de la palabra para autoelogiarse y enseñarles sobre la superioridad moral que dan los grados, las bandas, el estar en oriente y el haber presidido los trabajos, ¿Y las cápitas? ¿Donde quedará este lucrativo negocio?

No importa si mis preguntas te molestan, no te detengas, recuerda que siempre estamos caminando entre cuadros negros y blancos, pero esto no significa que tengamos que pararnos en un color u otro, sino que podemos pisar entre ambos y aunque no la veamos hay una escala de grises que amplía el universo de posibilidades. Es simplemente que me surgen estas dudas, ¿Quiénes son los que promueven las tenidas virtuales en la masonería en tu taller o en internet? y ¿Quiénes son los que detestan y se mofan de las tenidas virtuales en tu taller o internet? ¿A que me refiero? Cuál es la actividad que desempeñan dentro del taller, en el café, en la instrucción, en su perfil de facebook y en su vida en general. Esto no significa emitir un juicio o tener rencor hacia nuestr@s herman@s, sino reconocer sus áreas de oportunidad, sus limitaciones, de esta manera tienes más opciones para decidir. Esto con respecto a lo masónico, aunque seguramente impactará en tu vida profana, más digerido, así como eres lo que comes, tus amistades son un reflejo de lo que tú eres.

He llegado a pensar que quienes no desean las tenidas virtuales y se burlan de ellas, pagaron por un proceso de admisión a una orden iniciática y estaban contentos y satisfechos de ir a un modelo de enseñanza tradicional donde les ponen estrellitas en la frente y pueden externar todo aquello que en sus años de enseñanza no pudieron hacer, y que quienes desaprueban de manera frenética la modernidad son esos que jamás han trabajado en el único templo que se realmente debe trabajar: “El Templo Interno”

Es evidente que la masonería en México ha conseguido un número alto de personas que han entrado a la masonería pagando por ello, poc@s son quienes han permitido que la masonería entre en ellos, por fortuna en los que sí ha entrado la masonería se están adaptando a la tecnología y el templo interno que están trabajando se está exteriorizando en un hogar virtual en el que todos deseamos sentarnos a la mesa a compartir el pan y la sal.

¡Gracias Herman@s! Ustedes saben quiénes son y les estoy agradecido que me permiten compartir un lugar en su mesa emocional y sepan que aquí, también hay una silla en mi mesa para ustedes.

EL TEMPLO INTERNO.

La Masonería para los AntiVirtuales

¿Alguna vez tuviste esta experiencia en la que llegabas en algún lugar de la masonería, donde un traje bien planchado, unos pines de primera calidad, unos arreos en portafolio, una corbata bien planchada con un logotipo masónico, un lugar en oriente te impactaban y hacían con ilusión o aspiración a quien estaba ahí? Yo tuve esa experiencia en la que idealizaba incluso por encima de una relación amorosa a todo herman@, en cada hermano veía un superhéroe potencial y alguien en quien podía confiar ciegamente. Mi corazón siempre ha sido dador y entregado, detesto la mediocridad de los que todo hacen a medias tintas. (Inserta aquí un suspiro profundo y posteriormente un silencio sepulcral de 1 minuto)

Pero cuando entrabas en su templo interno, en sus emociones, en sus enseñanzas, en su plática, te dabas cuenta que no hay absolutamente nada en su templo, ni siquiera es un templo, es una obra negra que lleva años en el abandono, eso sí, con muchísimos libros viejos apilados, un montón de palabras rimbombantes, entre las que destacan, no es de tu grado, llueve, sólo los regulares, la mujer no puede ser masón etc… Y si, a mí me pasó depositar la conFIANZA en personas aparentemente iniciadas con los principios que cualquiera que entra a la orden debe tener claros y no es así, hay enseñanzas que la masonería sólo te puede ofrecer con el paso de los años y la constante aplicación de lo aprendido EN TU TEMPLO INTERNO. Por eso es fácil saber quién entró en la masonería y en quién entró la masonería, que parece lo mismo pero no es igual. Hay que tener una consideración importante, esto aplica a todos los grados y no importan los años en la institución, los años no son sinónimo de tener un templo masónico interno trabajado.

Te invito a que antes de confiar de forma ciega de cualquiera que presume años de iniciado o que se dice iniciado, visites su templo interno (en caso de que tengan, lo más probable es que te decepcione) para conocerlo un poco, si no encuentras nada, no te preocupes, así son muchos: formas vacías, insípidas, libros arrumbados, palabras rimbombantes. Y una vez que hayas visitado, dedícate a trabajar tu templo, para que comprendas que sólo quien no ha trabajado en su templo interior le tiene pavor a las diversas formas, no tiene fondo, como hemos aprendido “quien no cuestiona, es una máquina”.

Pienso que si cincelas, construyes y trabajas a diario en tu templo interno, nadie que no lo haga puede llegar con tocamientos, palabras de pase ni signos a tus puertas, porque no tienen un trabajo propio, no puedes llamar a lo que no conoces en ti. Comprendo que muchos están por los reconocimientos, pero habemos algunos locos que estamos por el aprendizaje y la incansable comunicación. Esto no es cuestión de grados, bandas, orientes, ritos, reconocimientos o años en la masonería, sino de trabajo constante en tu forma de ser, ver y comunicarte con el exterior.

Aunque también es importante reflexionar que quizá yo estoy equivocado, quizá entendí mal toda la masonería, quizá su propósito si sea formar maquinas que sólo se interesen por lo aparente, nunca por lo invisible y esencial, pero por esto mi querido lector, tú tienes consciencia y –ojalá- tu templo interno vestido, así tu podrás llevar mi burilado a tu trono de la elocuencia y elegir si dejarme entrar a tu corazón o desterrarme de tu mente, porque tu universo es personal e intransferible ¡Fortísimo Abrazo Fraterno!