APERTURA DE LA CÁMARA DEL MEDIO
M.·.R.·.M.·. – ¿Muy V.·.H.·. Prim.·.Vig.·. sois Maestro?
Prim.·.Vig.·. – La acacia me es conocida.
M.·.R.·.M.·. – ¿Qué significa esa frase, M.·.V.·. H.·.Seg.·.Vig.·.?
Seg.·.Vig.·. – Qué sé cómo se alcanza la inmortalidad.
M.·.R.·.M.·. – ¿Que es la inmortalidad M.·.V.·. H.·.Prim.·.Vig.·.?
Prim.·.Vig.·. – El pensamiento elevándose a su idealidad y tomando posesión de su propia dignidad.
M.·.R.·.M.·. – ¿Por qué os rodeáis de cuadros de la muerte para simbolizarla M.·.V.·. H.·.Seg.·.Vig.·.?
Seg.·.Vig.·. – Porque la del iniciado era el complemento necesario de la exaltación, según la ley palingenésica de los antiguos filósofos: “la vida se sostiene por la muerte”, y nosotros representamos en el drama astronómico de Hiram la metempsícosis, en el sentido en que la tomaban aquellos sabios.
M.·.R.·.M.·. – ¿Cuál es el secreto de la “Maestría”, M.·.V.·.H.·. Prim.·.Vig.·.?
Prim.·.Vig.·. – Revelar el de la Creación al iniciado demostrándole que la materia y la Inteligencia Suma, de la que nuestro pensamiento es un efluvio, son inmortales; y sí la primera cambia sin cesar de formas, lo que hace de la Creación el estado natural del Universo, el Pensamiento o la “Idea” en vez de transformarse como aquella, se fecunda y perfecciona más y más, propagada de una a otra generación, y, por consecuencia, morir por la idea no es morir, sino perder la forma para eternizarse en el Panteón de los Bienhechores de nuestro linaje.
M.·.R.·.M.·. – ¿A qué hora acostumbran los Maestros Masones abrir sus trabajos, M.·.V.·.H.·.Seg.·.Vig.·.?
Seg.·.Vig.·. – Al medio día.
M.·.R.·.M.·. – ¿Qué hora es, M.·.V.·.H.·.Prim.·.Vig.·.?
Prim.·.Vig.·. – Medio día en punto M.·.R.·.M.·.
M.·.R.·.M.·. – Servíos pedir a los VV.·.HH.·. que decoran vuestras respectivas Ccol.·., como yo lo hago a los de Or.·. se unan a Vosotros y a mí para abrir la Cámara del Medio por los golpes y signos misteriosos.
Prim.·.Vig.·. – M.·.V.·.H.·.Seg.·.Vig.·. y VV.·.HH.·. de la Col.·. del Sur, nuestro M.·.R.·.M.·. os pide os unáis a él y a nosotros para abrir los trabajos de esta Cámara del Medio.
Seg.·.Vig.·. – VV.·.HH.·. de la columna del Norte, nuestro M.·.R.·.M.·. os pide os unáis a él y a nosotros para abrir los trabajos de esta Cámara del Medio.
Anunciado M.·.V.·.H.·. Prim.·.Vig.·.(X)
Prim.·.Vig.·. – Anunciado M.·.R.·.M.·.(X)
M.·.R.·.M.·. – ¡En pie y al “orden” VV.·.HH.·.!
Todos se levantan al “orden” del grado. El M.·.R.·.M.·. da un golpe con el mango de la cuchara e inmediatamente los repiten los HH.·. VVig.·., después de un brevísimo intervalo da otro golpe el M.·.R.·.M.·., que repiten sucesivamente los HH.·.VVig.·. y, pasando un cortísimo tiempo como el anterior, se repite lo mismo; de suerte que se dan nueve golpes por tres veces tres.
M.·.R.·.M.·. – ¡Los trabajos de Maestro están abiertos! ¡A mí VV.·.HH.·.!
Sig.·. y Bat.·. por tres veces tres, con “¡Houzzé!”
M.·.R.·.M.·. – Sentaos, VV.·.HH.·.
Lo hacen. Se anuncia, lee y sanciona la Plancha de Arquitectura de los últimos trabajos; se circula el saco de proposiciones con el ritual acostumbrado, se lee, discute y sanciona el orden del día.
En su caso, se envía al Maestro de Cer.·. por los candidatos; aquél atará en el brazo derecho del que ha de entrar en el ataúd, un triángulo de oro. En el intermedio se apagan todas las luces menos las de los transparentes de las tres linternas, que será las que alumbrarán la Cámara, con las del cuadro del templo en su oportunidad.